El Arte de la precisión

Hace un par de años que se viene remarcando la importancia de las pelotas detenidas para rasgar un partido, pero este torneo no parece ser exclusividad pura de los envíos aéreos que culminan con cabezazos en la red. En contra de lo que fueron las estadísticas del torneo pasado, este arranque de campeonato sirvió para disfrutar de exquisitos tiros libres. La escasez de este recurso el pasado clausura, no hacían presagiar esta moda, sin dudas, muy trascendentes en la definición de algunos encuentros. En tan solo seis fechas, ya se alcanzaron las cifras del semestre pasado por esta vía: once goles. ¿Los máximos exponentes? Adrián González, Juan Veron, Waldo Ponce, Martín Morel y Ramiro Leone.
El lateral de San Lorenzo es un verdadero especialista, y no es la primera vez que nos deleita con un doblete, pues ya frente al mono Montoya había convertido en dos ocasiones.
Gratas sorpresas fueron las de Martín Morel y Ramiro Leone. El buen volante ofensivo de Tigre, ingresó en el segundo tiempo ante el lobo para cambiarle la cara al equipo.
Y vaya si lo logró: estampó un tiro libre hiper preciso dejando a Sessa maravillado y admirado por esa ejecución exacta. No tan exacto fue el lanzamiento de Leone frente al pincha. El jugador tucumano necesito de la cooperación de Andujar para anotar sobre la hora. Sin embargo, la calidad del volante zurdo es indiscutible. Solo basta con ver el tiro libre frente al matador de Victoria para darse cuenta de su calidad.
Otra característica es la del chileno Waldo Ponce. El buen zaguero de Vélez nos tiene acostumbrado desde su paso por el Colo Colo a los fierrazos, descociendo literalmente el balón. Pero también puede disparar con menos violencia como sucedió en Mendoza cuando anotó con suma sutileza. Frente a River casi repite, pero Ojeda tapó a tiempo.
Otro que convirtió por esta vía fue Veron. La bruja solo jugó veinte minutos ante Arsenal, pero le fueron suficientes para hacer de Campestrini un gran observador de su genial tiro libre.

Cesar González y Figueroa también marcaron por este camino de moda, pero gracias a la ayuda de los demás jugadores, ya que la bola se coló entre varias cabezas y piernas que fallaron, ya sea en el despeje o en el ataque ofensivo.
Por último, Cristaldo sentenció a Bossio en Rosario, en el Coloso del Parque. Otra muestra de la habilidad, y de la mejoría en este torneo.
Una alternativa renació, ya no es una jugada más, ahora todos la explotan para su beneficio, y cada cual tiene a su experto latente y amenazante cuando el árbitro pita cerca del área. Señores, este es el torneo de los tiros libres.

 

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