Jesus, tú salvador


Definitivamente que el mayor problema de River es River. Dicen que entre los ciegos, el tuerto suele mandar, y algo así sucedió en el primer clásico del verano. Dos equipos con mayoría de titulares, y con mayoría de errores e imperfecciones.

Un conjunto xeneize que luce mucho más cansino cuando juegan los muchachos de jerarquía y experiencia (Morel Rodríguez, Battaglia, Vargas, etc) pero que conoce la formula justa y necesaria para doblegar al rival de toda la vida.

Ni Pasarella, ni Simeone, ni Gorosito parecen exprimirle el jugo a un plantel muy rico individualmente, pero pobrísimo a la hora de llevar adelante un club de la envergadura de River Plate. Incluso cuando en la cancha contó durante gran parte del cotejo con un hombre de más y un gol de ventaja.

Pero a veces el destino es difícil corregirlo, y Boca apeló a lo tradicional: agrupó un buen número de gente para recuperar el esférico, y desde allí intentar igualar el trámite ya sea por pelota parada o mediante error ajeno.

Jesús Datolo, uno de los velocistas más incómodos del fútbol argentino, entendió el mensaje y dijo presente en dos circunstancias aisladas. En ambas, cambió error defensivo contrario por gol, y el elenco bostero deliró con otra épica victoria ante el millo.

De todas formas, el festejo desmedido de los jugadores y del DT de la Ribera sonó a desubicado, quizás fomentando una exagerada competitividad en partidos que como bien se dicen, son amistosos.






 

1 comentarios:

  1. NoTe said,

    Más allá de lo de Dátolo destaco la actuación del joven Ayala...muy seguro!

    on 25 de enero de 2009, 23:47