Informe especial sobre el Clásico platense

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Así se ganan los clásicos, como lo ganó Gimnasia: con los dientes apretados, con la actitud y la convicción que se necesitan para imponerse en partidos diferentes. Pero el equipo de Diego Cocca también contó con un planteo estratégico adecuado para anular la superioridad técnica del equipo rival. A diferencia de clásicos anteriores, Gimnasia se plantó con serenidad y autoridad. Dejó fuera de la cancha la pesada mochila de los nueve partidos sin ganarle a Estudiantes, y se sacó de encima el nerviosismo que lo consumió en la edición anterior disputada en el estadio Ciudad de La Plata.
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Los once del Lobo batallaron en todos los sectores de la cancha y mordieron sin tregua sobre la salida del rival. Y para que esto sucediera favoreció la estrategia que Cocca puso en marcha: esperar en campo propio y presionar en bloque, achicar espacios y no dejar pensar a los creativos de Estudiantes. Lejos del fútbol de toque y toque, el técnico entendió que había que resignar algunos principios para buscar la máxima eficacia y achicar el riesgo ante jugadores de jerarquía como Verón, Sosa, Boselli y compañía.
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Gimnasia asumió sus limitaciones y planteó el partido más inteligente para sacarle provecho a sus virtudes Exponerse al golpe por golpe no hubiese tenido sentido. Así, en cambio, bloqueó los intentos ofensivos del Pincha y cumplió con uno de los objetivos de este juego: mantener el arco propio en cero en gran parte del partido.
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En esta parte del juego fue clave el trabajo ordenado y sacrificado de Rinaudo y Aued, que ganaron el duelo del mediocampo.
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Además, el Lobo fue prolijo cuando recuperó la pelota y cumplió con la premisa de dársela siempre a un compañero. Y casi siempre al mejor ubicado. Con ese criterio tuvo las situaciones de gol más claras del partido. Atacó lo justo y necesario, pero fue eficaz.
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Los delanteros jugaron un papel clave, especialmente el colombiano Marco Pérez, que complicó siempre por movilidad y velocidad. El Sombra no se quedó quieto, buscó por todo el frente de ataque, y fue una pesadilla para los defensores de Estudiantes. Tuvo una situación muy clara de gol y le cometieron un penal.
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Además, claro, es imposible no subrayar el trabajo de Denis Stracqualursi, que convirtió dos de los tres goles del triunfo. Primero con un cabezazo, y luego con una guapeada y un remate cruzado desde la puerta del área. Sin dudas fue la gran figura de la tarde en el estadio del Bosque, y su aporte fue sustancial.
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Minuto a minuto

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Fin de la racha
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Después de nueve partidos y más de cuatro años y medio, Estudiantes volvió a perder un clásico. Gimnasia, fiel a su historia, se hizo fuerte en el Bosque y le impidió al Pincha igualar su marca de diez juegos sin derrotas (en el derby platense), registrada entre 1986 y 1991. Por otra parte, el triunfo le permitió al Lobo ampliar la diferencia histórica en 60 y 118, donde no pierde desde 1995. Igual, en el historial general, todavía el Pincha conserva una luz de ventaja: 51-45

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Las mejores fotos
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Texto del Diario Hoy. Infografías del Diario El Día

 

2 comentarios:

  1. PMFC said,

    Un buen planteo del gran técnico que tiene Gimnasia y una desconocidísima presentación del equipo de Sabella.

    Felicitaciones a Gimnasia.

    on 5 de febrero de 2010, 21:42  


  2. PMFC said,

    A Juan Verón se le caen los testiculos.

    on 5 de febrero de 2010, 21:43