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La llegada de Gamboa motivó a todos los jugadores y eso hoy se vio en el campo de juego. Con Zarif y Vismara como baluartes, Chaca despegó del fondo de la tabla y ahora buscará consolidar este nivel para recuperar el terreno perdido en las primeras fechas.

La noticia pegó en el corazón del "Pulguita" Rodríguez. Viajaba con su novia Paula desde Simoca a la capital. Pasadas las 18.30, un periodista de LA GACETA lo llamó para confirmarle la noticia: acababa de ser convocado por Diego Maradona para integrar la Selección nacional. "Dentro de media hora te espero en el departamento", alcanzó a decir.
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Pasó el tiempo. Llegó a casa y cumplió su promesa. Tal como hace en la cancha, "El Pulguita" se movía de un lado para el otro.
Los celulares sonaban como nunca. Mientras, su nuevo sobrino, Michael, que nació el miércoles, dormía en los brazos de Paula.
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El simoqueño miraba inquieto el reloj; contaba los segundos para abrazar a su mamá, Betty, a su hermano, Walter, y a su cuñada Cecilia. Finalmente, los familiares llegaron pasadas las 20. Y las lágrimas se instalaron en la casa del artillero. En medio de la emoción, otro anuncio: ¡hasta el párroco Luís Álvarez, en plena misa en Simoca, había informado a los feligreses el acontecimiento!
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Si sos de algún equipo chico, disfrutá este momento, quizás nunca más vuelva a repetirse. Durante mucho tiempo esperamos ver a los grandes, a los poderosos, a los opulentos tirados en el piso, sin salida. Pierden, pierden y pierden. De local y de visitante. Casi siempre juegan mal.
¿Cuándo equipos como Godoy Cruz, Banfield, Gimnasia y Newells se fueron victoriosos de la mítica bombonera en tan solo un año? ¿Cuándo River estuvo 11 partidos sin ganar de visitante? ¿Cuándo Racing se conformó con un empate teniendo un hombre de más? ¿Cuándo Independiente se reforzó con jugadores descendidos o postergados en otros clubes? ¿Cuándo San Lorenzo fue una empresa y no un club?

¿Cuándo? Nunca. Es la decadencia, el fin de una época donde los grandes arrasaban en perjuicio de los chicos. Ahora las cosas han cambiado, y ojala todo siga igual.

Mientras los medios se quedaron solamente con la crisis futbolera de Boca, desde aquí queremos felicitar a los jugadores tombinos, a Diego Cocca y a los hinchas mendocinos que construyeron una victoria histórica en la Bombonera.

Con Olmedo como principal estandarte de este nuevo Godoy Cruz, el bodeguero dio vuelta en el epílogo un partido adverso, no solo por lo puramente resultadista, sino también por los reiterados fallos arbitrales que beneficiaron al xeneize.

Con todo en contra, el tomba hizo posible aún así la hazaña.

Antes de encarar el corralito destinado a la prensa tucumana, Héctor Rivoira infló el pechó, acomodó su ropa y encaró los micrófonos. Sin dar demasiados rodeos, el DT mostró una seguridad indestructible, además de ratificar la fe ciega que tiene en sus jugadores. "Atlético murió de pie en este partido. Desde el banco puse todo para, por lo menos, llevarnos un empate a casa. No pudo ser", lamentó con la frente en alto "Chulo" que, de paso, envió un mensaje para los futuros rivales."Demostramos que no somos partenaire de nadie, como también ocurrió en el torneo pasado. Este plantel tiene mucho orgullo y siempre pone en la cancha lo que tiene que poner"

La fiesta desatada en el Cementerio de los elefantes no fue en vano. Es que el sabalero se sitúa cada vez más cerca de ingresar a la Libertadores, un sueño para cualquier hincha, y más si se trata de un elenco deshabituado últimamente a los torneos internacionales.
En este apertura los dirigidos por Mohamed aclaran que lo realizado en el semestre anterior no fue casualidad. Prácticamente con el mismo plantel y diagrama táctico (3 en el fondo, 5 en el medio y 2 arriba), el equipo continúa por la buena senda. A veces no reluce, pero la persistencia y seriedad del proyecto, hacen que ese esporádico mal día pueda compensarse con dosis de presión atosigante en tres cuartos de campo, en pelotas detenidas trabajadas o en una férrea línea defensiva con Garce y Ferrero a la cabeza.
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