Milagro de la virgen y el santo
San Martín eludió al destino, hizo su propia historia y burló lo que parecía ya establecido. Un equipo golpeado, cuestionado, reprobado y amenazado, sacó a flote un partido chivo en Rosario. No hubo mucho fútbol, es cierto, pero lo suplió con una virtud básica y efectiva: orden y eficacia. Urbano no falló su oportunidad y luego el santo cuidó a rajatabla la ventaja como para demostrar que aún la esperanza está intacta.
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Como en los viejos tiempos
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"Igual que Defensor, creo que Nacional es un equipo duro que se hace fuerte en su cancha, vamos a tener que luchar como lo hicimos a lo largo de todos los partidos"
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Yo soy tacticista
Defiendo al tacticismo. No concibo al fútbol sin tácticas pensadas, sin un juego medianamente previsible, estudiado y ordenado desde sus piezas. No concibo tampoco que se deje librado al azar un partido, dependiendo exclusivamente de la espontaneidad del jugador. Esto no significa enfilar dos líneas de cuatro rígidas, al contrario, pretendo utilizarlo como una herramienta / base confiable para el buen juego ofensivo.
Hoy, en tiempos donde lo anímico influye en demasía, es imprescindible el trabajo estratégico, que conlleva un dibujo táctico que debe ser necesariamente versátil y móvil. Un equipo que pueda desplegar distintas facultades dentro del terreno en un mismo encuentro. Facultades que deben mecanizarse, trabajarse, probarse.
Esta idea o visión del fútbol se contrapone con la escuela del supuesto juego simple, donde se intenta minimizar la complejidad del fútbol moderno. Ignorar esta realidad es caer inexorablemente en la suerte y en la incertidumbre, el espacio de los entrenadores mediocres.
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"La figura del “enganche” implica que uno solo piense, y yo pretendo que todos los volantes del equipo o por lo menos más de uno sean capaces de pensar y de elaborar juego"
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Paolo Goltz tiene la fórmula para los clásicos
Murray se sintió como en su casa
El escocés Andy Murray brilló sobre pasto y se proclamó campeón ante el yanqui James Blake.
Es el primer británico en quedarse con esta corona luego de que de Henry "Bunny" Austin venciera en la final de 1938 al chino Sin-Khie Kho por 6-2, 6-0. Ese mismo mes Austin llegó a la final de Wimbledon (p. Budge), hazaña que intentará repetir Murray para dejar esa copa en casa por primera vez desde 1936 (Fred Perry).
Por otra parte, el número 16 del mundo, Blake, no pudo alzar su primera copa en césped, ya que en 2002 también había perdido la final en Newport (p. Dent) y en Queen's 2006 (p. Hewitt). El jugador de 29 años quedó con un récord de 10-14 en esta temporada ATP World Tour, y ya había caído en una definición este año en Estoril (p. Montañés). El americano no ha ganado un título desde agosto de 2007 en New Haven (v. Fish)
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Godoy Cruz, del cielo al infierno
Cuando parecía que el descenso y la promoción eran conceptos totalmente alejados de la realidad tombina, surgieron derrotas que calaron hondo en el presente y futuro inmediato del elenco mendocino. Dos traspiés en casa y este último en Quilmes complican seriamente a la institución cuyana.
A Godoy Cruz lo acompañó nuevamente el karma de la expulsión. Esta vez se trató de otro lateral derecho: Darío Salomón, un jugador postergado por Cocca y que terminó de confirmar su habitual suplencia. De todas formas, aún con once, las cosas no marchaban bien para la visita. Incluso Ibáñez se erigía como figura indiscutida.
El pincha tampoco había exhibido demasiado. Solo la dinámica de Enzo Pérez y la movilidad de Salgueiro, dentro de un clima mediocre donde reinaban algunos desaciertos defensivos, sobretodo por parte del expreso.
Justamente en el cierre del partido, otra falla posicional en el fondo tombino culminó con un cabezazo cruzado letal de Boselli, que hasta ese momento era repudiado por los simpatizantes albirrojos. Mauro quedó como héroe y metió a Godoy Cruz en el barro. Ahora sí, gravemente en la cornisa.