Con una actuación discreta pero efectiva, Independiente se hizo de tres puntos valiosos para ingresar a las copas, al vencer por 3 a 0 al taladro, otro que también intenta llegar a ese objetivo.
El rolfi Montenegro desde afuera del área (floja respuesta de Lucchetti), Denis de penal y Herrón también desde los doce pasos, fueron los goleadores de un equipo que nunca pudo brillar, pero que aprovechó a pleno las deficiencias de su rival.
Banfield había manejado mejor el balón en la primera parte, pero luego de los goles y las expulsiones de Patiño (doble amarilla), Broggi (patada desde atrás) y Herner (codazo) nunca pudo levantarse anímica y futbolísticamente.
El martes era el gran partido de San Lorenzo. Recibía en su casa al Caracas venezolano, que con un empate dejaba al cuervo eliminado de la Copa.
Pero nada de eso ocurrió, el conjunto azulgrana abrió la cuenta con Bergessio, luego Rosales en contra y en el complemento lo liquidó de la mano de Silvera.
Ramón propuso un juego ofensivo, con Placente y Gonzalez lanzados en ataque y mucha gente en campo contrario. Por eso los goles no tardaron el llegar, aunque siempre con la ayudita de Rosales, el portero de floja labor.
Así, los clasificados en este grupo fueron el Cruzeiro (cayó escandalosamente 5 a 1 en la altura de Potosí) y el propio San Lorenzo.
El día miércoles se definía el grupo de Lanus y Estudiantes, ambos con claras chances de pasar a octavos.
El pincha, con absoluta suficiencia y experiencia venció por 2 a 0 al Deportivo Cuenca el Estadio Ciudad de La Plata, con tantos de Lazzaro y Wila, en contra. Nunca peligro la ventaja albirroja ante un sólido equipo rival, pero carente de volumen de juego y audacia.
Mientras tanto en Montevideo, el Danubio debía golear a Lanus, pero nada de eso ocurrió. El granate con goles de Blanco y Sand derrotó al irregular cuadro uruguayo, que descontó a través del argentino Bardaro.
Con estos resultados, Estudiantes y Lanus fueron los clasificados
Finalmente el jueves restaban disputarse los encuentros de Arsenal y River, importantes, pero no tanto como los anteriores, ya que los del Viaducto estaban eliminados y River la tenía sencilla ante los peruanos de San Martín como local.
El millo jugó su mejor partido desde que asumió Simeone y lo goleó 5 a 0, con una tarea ejemplar de Abreu, anotador de 3 conquistas. Presionó en todos lados, fue contundente y halló en Abelairas el perfecto lanzador que necesita un equipo con ambición. A river se le suma América, que clasificó a pesar de caer en Chile ante la U Católica de Bottinelli, por tener más goles a favor. Increíble.
Por otra parte, el Arsenal de Alfaro se despidió decorosamente de la Copa, y lamenta por estas horas su derrota frente a la Liga de Quito en Sarandí. Nuevamente Bottaro, y Yacuzzi anotaron en la victoria por 2 a 1 contra Libertad de Paraguay, también eliminado. En aquel grupo avanzaron Fluminense y Liga de Quito, justamente ellos se enfrentaron y con triunfo de los brasileros gracias al gol de Cícero de cabeza.
Verdaderamente lo de Racing fue muy flojo, sin volumen de juego ni circulación al ras del piso del balón, pero así es el fútbol, y en un tiro libre todo cambió
Otro equipo chico visitaba el cilindro, anteriormente Olimpo y los jujeños habían rescatado una unidad, por lo tanto el alicaído Arsenal de Alfaro buscaba hacerse fuerte donde hace algunos meses lo consagró campeón de la Sudamericana.
El equipo de Sarandí estuvo ausente en el terreno, todo pasaba por la iniciativa y las intenciones de la academia. Y como las intenciones eran, en su mayoría erráticas, el partido fue un bodrio.
El conocido alto, lejos y desviado se hizo presente en la fría tarde de Buenos Aires, cuando a Sava se le iban los ojos de tanto ver el esférico volando demasiado lejos de su cabeza.
La gente siguió alentando, mientras Racing seguía confundido, nervioso, como sabiendo que siempre pasa lo mismo. Pero ese maleficio algún día se iba a terminar. Y en un festejo interminable, emocionante y esperanzador, Franco Sosa limpió la red de Orcellet, con un certero disparo, muy cerquita de la medialuna.
Con uñas y dientes se defiendo la victoria, la ansiada y olvidada victoria, que hacía mucho no visitaba el corazón de los simpatizantes albicelestes. Ese sentimiento de grandeza, de saber que vos tenes todo y que el rival no se llevó nada de tu reducto se apoderó sobre el final del cotejo, y así la mufa académica llegó a su fin.