Campañas: Talleres Clausura 2004. 3er puesto y descenso
En esta edición de Campañas analizaron a un gran equipo que tuvo un final poco feliz. Nos referimos al Talleres de Córdoba del clausura 2004. Cuesta entender como un elenco que finalizó tercero en el torneo, terminó descendiendo.
Aquel platel contaba con jugadores de la talla de Gutiérrez (hoy en San Martín), Víctor López (en Banfield), Maxi Velásquez (en Lanus) y Piriz Alvez. Sin embargo, la figura excluyente de ese equipo fue Aldo Osorio. Sí, el mismo que salió en algún momento con Nazarena Vélez.
El entrenador era J.J López, que suplantaba a Pastoriza con el objetivo de no descender.
La base de ese Talleres era: Gutiérrez; Erpen, Maidana y Víctor López; Ariel Donnet, Salas, Serna y Velázquez; De Bruno; Piriz Alvez y Osorio.

El conjunto cordobés se hacía invulnerable de local, y luego de derrotar en su casa a Vélez por
En la octava fecha, con la “T” puntera, llegaba una prueba de riesgo, de carácter. Visitaba

No obstante, el final del torneo se asemejaría mucho a esa felicidad del comienzo del mismo. Obtendría 13 de los 15 puntos posibles. Retornaría al triunfo de local, venciendo
Su punto alto en esta remontada fue el
.

El uruguayo Piriz Alvez y Aldo Osorio fueron la mejor dupla delantera del torneo, sumando entre los dos 17 goles. Otro de los jugadores mas valorados fue Maxi Salas y Velásquez, de gran nivel.
Pero no todo sería color de rosas, pues Argentinos Juniors lo mandaría a



















Partidos de Promocion Vs Argentinos


La goleada de Central a Boca 7 a 2 en el 2003
En esta oportunidad recordaremos la goleada impresionante de Central a Boca por 7 a 2. Impresionante porque no es común marcar siete tantos y menos a un grande como el xeneize, a pesar de que no contaba con los titulares. Esta fue la crónica del encuentro desarrollado en el Gigante, perteneciente a la ultima fecha del Clausura 2003.
Central 7-2 Boca"El Equipo de Miguel" (por el entrenador Russo), como reconoció la parcialidad de Rosario Central, fue demasiado para la juvenil versión que presentó Boca Juniors en el Gigante de Arroyito, a tal extremo que la vapuleó con un histórico 7-2.
El parcial fue tan claro que concluyó 4-0 en favor de los locales, con aciertos de César Delgado, Luciano Figueroa (dos) y Mariano Messera. En la segunda parte el gran objetivo para los rosarinos consistió en impulsar a Figueroa hasta su consagración como máximo artillero del torneo Clausura (17 goles) y de la temporada (27).
Figueroa, consciente de que probablemente continuará su campaña en algún club del exterior, jugó como para que su rendimiento se tornara inolvidable y sumó tres conquistas en esa segunda mitad.

Central celebró todo, la goleada, la campaña y la entrada en las copas internacionales. Boca tuvo sus festejos en La Bombonera, pero en Rosario los chicos tuvieron que ponerle el pecho a la enorme disparidad de fuerzas.

El Huesito que dio en la Tecla
El pincha es muy reconocido por los grandes delanteros que sacó de su cantero a partir de mediados de la década del 90. José Luis Calderón, Palermo, el potro Furiga, Romeo, Pavone y Piatti, entre otros. Pero hubo una dupla letal, aquella que es inolvidable para el hincha.
Di Carlo y Adrian Coria, duo explosivo calamar en la Temporada 96/97
Hace poquito recordamos la goleada de Platense 4 a 0 frente a Boca, hoy retornamos a Vicente Lopez para homenajear a esta dupla mortifera que supo destacarse en apertura 1996 y explotar en el siguiente Clausura. Las lesiones no le jugaron a favor, y luego fueron vendidos, en el caso de Coria fue a parar a San Lorenzo donde habitaban por aquel entonces el Pampa Biaggio, Abreu y el por entonces joven Guille Franco. Por tal motivo, el calamar tuvo que disputar el apertura 97 con Sponton y Godoy en la delantera, alternando con muchos pibes, por ejemplo el lorito Gimenez y Chatruc. Un par de años más tarde, el marrón descendería.
A continuación, una nota de Clarín de Noviembre de 1996, para recordar con mayor exactitud las sensaciones de aquella época.
No son Pat Garret & Billy The Kid. No usan sombrero de ala ni cartucheras en la cintura. Pero cada arquero rival que sale a la pradera de 100 por 70 teme que una emboscada repentina de estos asaltantes de arcos lo sorprenda en medio de la tarde. Es que Adrián Coria y Fernando Di Carlo son los dueños casi exclusivos de los goles con los que Platense empezó a llenar de puntos sus hasta hace poco vacías alforjas. Juntos, son dinamita. El arranque del Apertura los pescó con la pólvora mojada. Ninguno de los dos marcó en las primeras seis fechas, en las que Platense hizó apenas tres goles. La floja campaña del equipo le costó el puesto al técnico Jorge Higuaín. Después llegaron Jorge Castelli y la recuperación del equipo. Y los tiradores empezaron a agregar nuevas marcas en las culatas de sus botines. Siete goles en seis partidos hizo Coria. Seis en los últimos tres, Di Carlo. Y hasta amenazan con quitarle a Julio Cruz (8 goles) la chapa de máximo goleador.
-¿Ustedes son goleadores a rachas?
-No me considero un goleador sino un delantero con gol. Pero es cierto que las rachas existen, y hay que aprovecharlas. El otro día contra Gimnasia me pegó una pelota y entró. Contra Ferro tuve una jugada igual y se fue afuera. (Di Carlo) -Yo tampoco soy un goleador típico, que es un jugador más de área. A mí me gusta bajar a buscar la pelota. (Coria)
-¿Cómo se explica la levantada de Platense en los últimos partidos?
-Si los resultados no se dan, siempre hay un bajón anímico. Y siempre con la llegada de un técnico nuevo el jugador se motiva de otra manera. Además, Castelli puso su granito de arena. Habló muchísimo para levantarnos el ánimo. (Di Carlo) Están en etapas distintas de sus carreras. Di Carlo apostó a pasar a préstamo a Platense, porque en Lanús no tenía chances de ser titular. Coria estuvo a punto de partir de Platense antes del Apertura. Lo querían Boca, Racing, San Lorenzo, y hasta el Benfica de Portugal. Pero nada se concretó, y los compinches se conocieron.-No hay egoísmos entre nosotros. De los goles que hicimos, varios han sido por pases del otro. Es que los dos pensamos lo mismo: si hay uno mejor ubicado, hay que darle la pelota. (Di Carlo)
-¿Alguna vez jugaron en contra?
-No, pero hubiera ganado yo (risas). (Coria) Mientras posan para las fotos, se escuchan las cargadas de sus compañeros, que acaban de empezar el entrenamiento. "Son los Barros Schelloto negros", grita alguien, y los dos largan la carcajada. Después se van con los demás, a preparar la próxima emboscada. Para que los arqueros sigan teniendo pesadillas en las que aparecen carteles con la palabra "Buscados" debajo de sus fotos.