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Argentina volvió a jugar mal, tal como lo habíamos anticipado luego del choque con EEUU y apenas pudo lograr un empate ante el humilde equipo ecuatoriano.

El elenco argentino nunca supo como desbordar por las bandas: Maxi muy desaparecido y Zanetti dubitativo a la hora de encarar, ni tampoco aparecieron Riquelme, totalmente perdido y absorbido por la marca, y Agüero cuyas intenciones siempre fueron erróneas.

Veron y Mascherano se repartieron bien la mitad del terreno y equilibraron en buena forma el ataque y la defensa. Pero eso no alcanzo.

Y Ecuador en una de las pocas que tuvo no fallo: triangulación y remate fortísimo de Urrutia. 0-1 y silencio en el Monumental.

Para darse una idea de lo mal que jugó Argentina, no atinó ni siquiera a llegar con centros y pelotazos. No había ideas y a todos les quemaba la pelota.

En la última, Palacio recibió un anticipo de Agüero y definió mal pero a la red, con un arquero muy vencido. Fue justo el empate.

Basile, por favor, te tenes que ir, hace rato que la selección no tiene identidad y a nadie le convence. Contra Brasil, el próximo miércoles, habrá que ganar para no entrar en la mediocridad de la tabla.