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Se acabo el fraude y el engaño en Boca. Otra terrible derrota frente a Central no hacen más que confirmar la tendencia que siempre mantuve: los juveniles del xeneize están pavorosamente inflados por la prensa argentina.
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Le adjudicaron, presurosamente, cualidades que ni siquiera habían consolidado.
Ahora, que llegó el momento de la verdad, de convertirse definitivamente en jugadores de la talla de un club como Boca, decepcionaron.
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Tan solo Mouche (que recordemos era suplente de Valdemarin y Obolo en Arsenal) ha exhibido características positivas independientemente del rendimiento del resto del elenco.
Los demás han bajado estrepitosamente su nivel, y casi ya ni se hablan de ellos.
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Seguramente conviene más crear un marco provechoso para un club que atrae la atención de millones de hinchas y también del sediento mercado extranjero, que profundizarse sobre buenos valores de otros equipos. Por ejemplo, no se comenta tanto del presente de Prediger, Otamendi o Figueroa, entre otros.
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¿Noir, el futuro Palacio? Patraña. ¿Viatri, el sucesor de Palermo? Fábula. ¿Gaitan, próximo refuerzo de Barcelona? Imposible. ¿Forlin, con proyección en Selección? Quizás.
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Veremos que sucede, pero estoy seguro que no valen lo que dicen los medios, y algunos recién de dan cuenta.
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