Momentos: Tigre fue letal en diez minutos, Colon lo empató en el final y el santo oportunista ante Banfield
No se puede vivir del error
Puntero, incuestionable hablando de resultados, pero… ¿Tan bien juega el ciclón de Russo? Sinceramente no. Apela a la falla del rival, y a la inspiración de alguno de sus buenos valores individuales.
En su primera llegada no falló: transcurrían 28 cuando Silvera definió rápido ante Luchetti. El segundo llegó de prepo, y sin quererlo, cuando Barrientos se cubrió de un rechazo, e increíblemente se dirigió el esférico a gran velocidad hacia la red. Era un 2 a 0 muy injusto.
Banfield no lo podía creer. Si bien no había atacado demasiado, nunca había sufrido en defensa.
En el amanecer del complemento, Bertolo descontó, pero solo para las estadísticas, pues el santo de replegó extremadamente atrás, convirtiendo a Orión en figura. Recién sobre el final, Ledesma condujo a su equipo, y Solari redondeó un triunfo tan inapelable como desorientador.
Fue matador en diez minutos
Dos conjuntos irregulares chocaban en Victoria; Tigre que había perdido un poco el rumbo las últimas fechas, y el lobo que acumulaba empates inútiles en su lucha por salvarse del descenso.
De movida, San Román impactó un cabezazo en contra, derrotando a su compañero Islas. El partido, a partir de allí, exigía otras posturas: Gimnasia se retrasó peligrosamente en su campo, y el matador, con sus limitaciones, mantenía el balón.
Poco sucedía, la gente tripera comenzaba a esperanzarse con un triunfo que lo devolviera, por que no, a la conversión por el titulo. Pero es evidente que la mufa existe, y el topo, en apenas 10 minutos, parece haber abandonado su cargo. Dos de Morel y otro de Blanco, sentenciaron los planes de Sanguinetti. Con el 3 a 1, los de Cagna siguen sumando, y el lobo se hunde, a la espera de que suceda algo durante la semana.
Fritzler adelantó a Lanus. Pero apareció poco después el bichi, sí sí, el regreso del ídolo de Colon para nivelar. Renacía la esperanza y la ilusión del local.
El encuentro siempre siguió la misma tónica: muchos errores defensivos y constantes ataques peligrosos. Así, el partido fue tan vertiginoso como emocionante. El 2 a 1 fue obra de Tito Ramírez capturando un rebote, como buen delantero.
Lo dio vuelta el grana con Sand y Blanco como goleadores, pero en el cierre mismo, apareció Valdemarin acallando a la poquita gente del Sur que se encontraba en la popular visitante. 3 a 3, muy entretenido. A mejorar las defensas turquito y Zubeldia