River y Estudiantes fueron sorprendidos como local, mientras que el tomba y el canalla ganaron como local
Tan fragil como un Cristaldo
Silbidos para el millo que no pudo ante Vélez, y dejó escapar un largo invicto como local. Cayó 2 a 1, y jugando muy mal, sin encontrar el rumbo.
Desde el comienzo siempre el fortín estuvo más preciso e inteligente, aprovechando los huecos que dejaba la presión de River.
Cristaldo concretó el 1 a 0 de cabeza. Y obviamente, y mas que nuca, Simeone tiró toda la carne al asador. Entraron Augusto y Salcedo, pero todo siguió masomenos igual. Porque River tenía chances, aunque esporádicas, y padecía cada contragolpe de Vélez.
Ríos igualó el encuentro, y parecía que el local, con ese envión anímico, podía llevarse tres puntos vitales para acercarse a San Lorenzo.
Pero nuevamente los errores defensivos. O mejor dicho, los huecos provocados por un sistema ultra-ofensivo, le negaron al millo hacerse de al menos una unidad. Pues López capturó un rebote y acarició el segundo tanto. Decisivo.
Tres al hilo para los de Liniers, y fin de la racha como local para River.
Ahora mE QUIeren
Imparable el Equi González. La descoció todo el primer tiempo, y fue el eje no solo de Central sino del partido. Una habilidad y calidad envidiable que sirvió para que el canalla sumara un triunfo tranquilizador.
El Arse fue pura confusión, y aisló a Sava que quedó muy solo y a la intemperie. Por eso, tanto Núñez como Danelon no se anduvieron con muchas vueltas para proyectarse. Y si encima el Papu Gómez estaba impreciso, todo hacía presagiar que no era la tarde de los del Viaducto.
Zelaya, cuando aún Rosario jugaba mal, puso el 1 a 0. Siguió la cuenta Braghieri marcando desde el piso ante una lenta reacción defensiva de la visita. El 2 a 0 en el inicio del segundo tiempo fue mortífero, y le costó mucho remontarlo a los del Dany Garnero.
Leguizamon ingresó, pero no pudo cambiarle la cara a su equipo, que encima debió sufrir un tercer gol, esta vez por obra del turco Zarif.
El pincha, no obstante, había comenzado bien el primer tiempo, superando al santo en el juego y en el marcador, pues sobre el epílogo del mismo, Boselli puso el 1 a 0. Enzo Perez era de lo mejorcito junto a la movilidad de Salgueiro, mientras que el ciruja se excedía en la tenencia del balón, con Leone y Cantero como emblemas.
De a poquito, y casi sin darse cuenta, San Martín se adelantó en la cancha y copó el mediocampo, haciendo sufrir al pincha con sus dos tanques: Vega y Turdo. El león jugaba cada vez peor, y se defendía ante un rival con mucho menos peso, pero con una tranquilidad admirable. Sensini realizó algunos cambios defensivos, y eso exasperó a la gente. Para colmo, en el minuto 44, Leone igualó las cosas con un gran zurdazo y se desató la calentura en el Estadio Ciudad de La Plata
El conjunto de Roldan intentó en todo momento hacerse del balón y no descuidar su faz defensiva, pero fue la Academia quien avanzaba con criterio, sobre todo por la banda izquierda. A partir de ese lugar, lo albicelestes contaron con algunas chances de gol.
Era indudable que la falta de gol de ambos equipos iba a complotar con el buen juego. Es que el tomba dispuso en el complemento de tres opciones claras, pero por falta de decisión, puntería, o bien, la gran tarea de Gullota, todo seguía muy cerrado. El empate parecía inamovible, y justo, pues el trámite era de igual e igual. Sin embargo, Figueroa (ex Chaca) ejecutó un tiro libre que todos vieron pasar y nadie cabeceó. Por eso, el arquero de Racing se sorprendió y reaccionó tarde, cuando ya el balón traspasaba la red.
Nunca más atacaría Racing, que se sigue hundiendo, y encima cayó ante un rival directo que se hizo de su primer triunfo de local en el torneo.