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No hay dudas que Boca hoy por hoy es un cabaret, hasta el propio presidente Pompilio lo confirmó, pero estos últimos días en torno a lo sucedido con Riquelme me llevaron a reflexionar acerca del Periodismo Deportivo.
Personalmente no me deleita para nada Juan Román Riquelme, y no hablo solo por su condición puramente técnica, sino también por su actitud con sus compañeros y con la prensa luego de cada encuentro. Pero sinceramente, como manejaron este conflicto algunos medios y programas fue bastante bochornoso, y me dio vergüenza ajena.

Algunos sobreexageraron, otros salieron a criticar directamente a Riquelme, como el caso de Infobae/Canal 9/Radio 10 y toda esa malandra menemista. Ahora, yo me preguntaba ¿Qué hubiera sucedido si el “agresor” era Riquelme y la “víctima” Cáceres? Bueno, seguramente también hubiese sido castigado Román por ser arrogante y soberbio. Es decir, para algunas personas, Riquelme siempre hubiera sido el malo de la película.

También muy triste los que salieron a reprochar alevosamente a Cáceres, prácticamente sin informarse, sin tener idea de lo que en verdad había acontecido. Seguramente, muchos de estos periodistas aspiran a quedar bien con el diez bostero en lo que se conoce como el “amiguismo periodístico”, o sea, yo te defiendo, y a cambio vos me das una nota cuando lo desee.

En fin, este escándalo se va terminando y como siempre aparecen los intereses, las pasiones, los odios y amores que circundan en la vida de Riquelme.