Amor a la Guita: Lucas Aveldaño
Hace 4 semanas
Los hermanos no sean unidos
La rivalidad de hermanos en el fútbol no es muy frecuente, ya que, por lo general, actúan en el mismo club, o bien, compiten en diferentes ligas.
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Entre los últimos casos de enfrentamiento familiar podemos destacar el cruce entre Hernán Pellerano y Cristian Pellerano. Uno jugando para Vélez, y el otro con la casa del torito de Mataderos. La dosis extra de “pica” se generaba, además, porque correspondía a un clásico barrial, es decir, diversos componentes que agudizaban y potenciaban un partido de fútbol.
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Otra rivalidad hogareña se suscitó entre Diego Milito y Gabriel Milito. El delantero defendiendo los colores de Racing, mientras que el actual defensor del Real Madrid resguardando la camiseta roja, del diablo. Y nuevamente, como en el caso de los Pellerano, hay un clásico importante de por medio.
Volvemos al presente. Un clásico histórico se avecina. ¿De quienes hablamos? De Huracán y San Lorenzo. Dos extremos, dos realidades, dos sueños y dos hermanos en torno a un choque crucial, donde dos clubes definen grandes cosas a futuro.
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Hugo Barrientos (volante del globo) descansó las últimas fechas, recuperándose de una lesión, y se preparó a full para el duelo que esperó durante todo el semestre: ganarle al cuervo, ganarle a su hermano. Pero, su deseo no podrá ser cumplido dado que el “Pitu” fue correctamente amonestado ante Lanus, y de esa forma llegó a su quinta amarilla.
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Las súplicas, los ruegos, los pedidos y las plegarias no sirvieron. El hombre de negro no tuvo piedad en manifestar el cartón amarillento al habilidoso volante azulgrana.
Pablo, volvía al país luego de su paso por Rusia (Fk Moscú) y agarró con ligereza la titularidad, y con ello, la manija del equipo.
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Pablo, volvía al país luego de su paso por Rusia (Fk Moscú) y agarró con ligereza la titularidad, y con ello, la manija del equipo.
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Será una verdadera lástima, y mas teniendo en cuenta que juegan en posiciones opuestas, y por lo tanto, se iban a ver los rostros seguidamente.
Tendremos que esperar y aguardar hasta el año que viene. Por lo pronto disfrutaremos de un clásico sin roce familiero.
Tendremos que esperar y aguardar hasta el año que viene. Por lo pronto disfrutaremos de un clásico sin roce familiero.
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