Festejar con la calculadora
Como habíamos adelantado en el día de ayer, la segunda jornada le fue esquiva para los candidatos al título. Solo basta con echarle un vistazo a la tabla de posiciones, y observar como Huracán, Newells y Arsenal se colaron por sorpresa.
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Lo más llamativo no fueron las derrotas en sí de estos “grandes”, sino la forma en que cayeron. Sin atenuantes, sin excusas.
El tomba le dio una paliza histórica a San Lorenzo, modificando la angustiosa cara del encuentro anterior con Banfield. Esta vez fue protagonista en un terreno ajeno, copando con mucho fútbol y despliegue la zona del mediocampo. Así, el ciclón se vio obligado en reiteradas oportunidades a jugar al contragolpe o resignarse a balones quietos o errores groseros de su rival (véase el gol).
San Martín, en la querida Ciudadela, retornó a la victoria de la mano de Cristian Canio. El volante que llegó al club tucumano proveniente del Everton chileno, vivió su tarde soñada. Marcó tres golazos, uno mejor que el otro, para amigarse por completo con la gente ciruja. El rojo nunca tuvo respuestas, ya que desde el inicio se percibió quien quería/podía tomar las riendas del encuentro.
Marcos Gutierrez (7)
German Noce (7)
Pablo De muner (7)
Matias Villavicencio (8)
Marcelo Quinteros (5)
Jorge Serrano (6)
Pablo Cantero (6)
Cesar La Paglia (5)
Raul Saavedra (6)
Gustavo Ibañez (7)
Cristian Canio (10)
Magnífico también fue lo del lobo platense, que con mucho amor propio venció la resistencia del duro Lanus. El granate pensaba que iba a tener una estadía relajada en el Bosque, pues Sand facturaba al minuto de juego. Sin embargo, la gente albiazul empujó a puro grito a sus jugadores, contagiándolos del fervor que se sentía a flor de piel.
No fue para nada vistoso lo del cuadro de Madelon, pero aprovechó al 100 % las pequeñas falencias del fondo sureño. Maldonado, aquel que le pegase una tremenda patada a Veron en el último clásico, se vistió de héroe y decretó la alegría del pueblo tripero.
Inclusive, esta fecha marcó el retorno de River a la senda del triunfo en el torneo local. Pese a ir perdiendo por el gol de Milton Caraglio, se recompuso a partir de la anemia de su contrincante y de la entrada letal de Fabianni, ya ídolo para los millonarios, que colocó un fortísimo remate en la medialuna del área directo a la red.