Leonel Vangioni, el prontuario de un gran volante
Mi devoción por Leonel Vangioni data desde hace un par de torneos. Ni bien apareció, mostró ser un jugador distinto. No revolucionario, pero sí se predispone como variante al status quo futbolístico. Quizás no posee la “pinta” de Solari o la parafernalia periodística de Nicolás Gaitan, y por eso me permito este espacio para subrayarlo y destacarlo.
Fue pieza clave en la buena campaña de Gamboa, situándose en el andarivel izquierdo. Con pincelazos de Datolo, pero mayor impronta en la red contraria, logró ser fija en el once leproso, convirtiéndose en uno de los jugadores más regulares del torneo junto a Schiavi, Ré y Bernardello.
El nacido en Villa Constitución conquistó la titularidad en el Clausura 2008 de la mano de Caruso Lombardi, y aunque no pudo plasmar su gran tarea en la red aquel certamen, promulgó sus primeras armas consolidadas en primera división. Habilidad, toque, desborde, calidad y buena llegada al gol son las características distintivas y eficaces para describir las aptitudes del chico santafecino.
El último fin de semana clavó dos zapatazos letales. Uno con zurda, y el otro con la diestra. Sin embargo, el volante prefiere arribar vacío, por sorpresa al arco rival. Esto lo convierte en atenta mirada para los laterales derechos rivales, que observan de reojo los movimientos de Vangioni cuando la jugada viene del lado contrario.
Su primer gol en la máxima categoría lo cosechó en el Coloso del Parque ante San Lorenzo, con un score favorable a Newells 2 a 1.
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