Andy Murray, de la tragedia a la gloria
El escocés Andy Murray es la gran esperanza del tenis británico. Tras años de decepciones por parte de Tim Henman, apareció este lungo habilidoso que posee cualidades distintas al paradigma de especialista en hierba. Sus virtudes pasan más por su versatilidad, inteligencia y agilidad que por un juego más dinámico de saque-red.
Murray padeció una infancia tan traumática como afortunada ya que a sus 8 años sobrevivió a la masacre de Dunblane. Allí, Thomas Watt Hamilton llevó a cabo un asesinato múltiple en la escuela escocesa que culminaría con la vida de 16 alumnos y un docente. Irrumpió de forma violenta al gimnasio y disparó a mansalva con un arma de fuego. Andy y su hermano lograron salvarse escondiéndose debajo del escritorio del director, y aunque fue un hecho de increíble resonancia mediática, el tenista ha tratado de evitarlo en reiteradas entrevistas.
Lo cierto es que Murray se sobrepuso a tal shock emocional y construyó una exitosísima carrera deportiva. Su transcurrir en la etapa Júnior fue prospera, conquistando el Abierto estadounidense y ubicándose como una de las máximas promesas del tenis masculino.
Ayer se impuso ante el peligroso suizo Wawrinka en cinco parciales. Sufrido, es cierto, pero victoria en definitiva. La gente lo disfrutó tanto adentro como afuera de la cancha. ¿Podrá romper esa racha adversa de los británicos en Wimbledon?