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Si algo podía “salvar” este nefasto semestre de Huracán era una victoria ante San Lorenzo. Y no lo hizo, defraudó.
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Lo cierto es que fue una batalla desigual, entre dos fuerzas disímiles.
El globo nunca encontró una dupla delantera minimamente aceptable. Desfilaron sin pena ni gloria Casartelli, Colzera, Barcos y Pastore. Y cuando sabés que arriba no concretas, es probable que no logres ganar ningún partido con tranquilidad.
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Por eso, el quemero luchó ante la adversidad, y vio como contrapartida como las estrellas azulgranas no paraban de desbordar. Eran dos velocidades distintas, entre dos elencos desiguales. Y reitero esto porque el factor excluyente.
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La lluvia de goles se hizo esperar, pero lógicamente llegó. Terminó 4 a 1 y pudo ser peor.
Lo queda claro es que este partido no lo pierden solo los jugadores de Huracán, sino que se gana desde la cúpula dirigencial. Savino puede traer a Barrientos y Solari, mantener a un DT en un proceso y cumplir los contratos. Babington es la contracara.
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¿Cómo puede pensar que Casartelli y Colzera van a suplir de igual manera a Franzoia y Nieto? ¿Cómo pueden los jugadores realizar una buena campaña si en el medio transitan cinco técnicos (Mohamed, Ardiles, Ubeda, Héctor Martínez y Cappa)?
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En fin. Será una de las semanas más duras para el globo, y el promedio acecha con miedo

Las imagenes de todo el partido