Chau rachas: A racing le dieron un penal, y el ciruja cayó en Tucuman
San Laucha y a cobrar
Un Banfield milagroso rompió la extensa racha de San Martín en su estadio. Si bien el equipo de Burruchaga no hizo un gran partido, al contrario, fue de lo más flojito que se le vio al albiverde.
Un primer tiempo sin llegadas, y un complemento de película quedaba en el final. En uno de los pocos avances del taladro, Bertolo escapó por derecha, y Gutiérrez lo derribó. Lucchetti, luego de una larga espera, adelantó increíblemente al taladro.
Los últimos minutos fue puro sufrimiento, pues quedaban los resabios del partido 2-3 con Arsenal. Vega lo tuvo, pero increíblemente la bola dio en el travesaño y picó en la línea. No sé si Banfield mereció un triunfo, lo cierto es que fue el fin de una larga racha en La Ciudadela.
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Lo de Central es preocupante, sobre todo de visitante, porque no logra trabar y disputar los cotejos en la mitad de la cancha.
Por eso, en un aluvión de buena fortuna para el albiceleste, la historia comenzó a cerrarse.
Zuculini puso el 1 a 0, y 8 minutos después se iría expulsado Broun, arquero rosarino, por arrojarle un proyectil a la tribuna. A continuación, lo bajaron a Moralez y el juez dictaminó tiro penal. El propio Maxi se hizo cargo de la ejecución, batiendo la estirada de Galíndez, inútil por cierto.
Pero la mala racha para el canalla no cesaría, pues a los 40 el payasito Luguercio definió cruzado prácticamente en el área menor.
El 3 a 0 y el jugador de menos parecía ajusticiar a la visita, pero Vizcarra encontró un penal, bien convertido por el Kily González.
Ese tanto, generaba cierta incertidumbre para el complemento. Sin embargo, la academia de Avellaneda manejó bien el trámite y el jugador de más ante la impotencia de su rival.
Solo quedaba tiempo para el cuarto gol, obra de la figura del partido: Maximiliano Moralez.
Los últimos 20 minutos, el canalla lo padeció, y Racing se floreó.
Vitamina quiere continuar, pero el presidente de la entidad rosarina tendría todo acordado para despedirlo.
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