Beatriz Sarlo, el kirchnerismo y la batalla cultural


Desde siempre tuve curiosidad por cómo se elaboraban y desarmaban los "humores sociales", la "opinión política", cómo ciertos dirigentes bajaban y subían tan rápido en las encuestas, pero fundamentalmente cómo era que se instauraban los climas de época: lo que se suele llamar hegemonía cultural.


Es evidente que la influencia de los medios de comunicación juega un rol importante, pero no creo que lo sea todo en la construcción de sentidos sociales. Aún así, algo de eso debe haber: léase la diferencia abismal entre el período 2008 de la lucha con el Campo y la actualidad. ¿Cómo fue que hasta hace un par de años, autocalificarse como oficialista era sinónimo de pecado, y hoy ser un crítico significa en el mejor de los casos ser un tibio (o gorila según el ortodoxo K)?

Ese cambio es sustancial, fácil de percibir. Sin embargo, el discurso del Gobierno sigue haciendo referencia a los "medios hegemónicos", las "corporaciones", una posible invasión de Estados Unidos, etc. ¿No es ya erróneo poner al kirchnerismo en el costado de las víctimas? Para Beatriz Sarlo, que es nos compete, el oficialismo ha ganado esa batalla cultural: la gana con los intelectuales, con los artistas, con los jóvenes, con los bloggeros, con el facebook, etc. Lo que quiero marcar, para cerrar, es que debiera suplantarse la idea de un Poder Ejecutivo débil, limitado y perjudicado. Un poco de eso habla Sarlo en su libro, y también en el siguiente fragmento:






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