El genio escocés olvidado

Corrían los últimos años de la década del 40, tiempos de borrascas para el fútbol nacional. Huelgas, interrupción del torneo superior, sustanciales bajas de jugadores de los planteles, éxodo y conflictos, fueron el marco de referencia de aquella época en el escenario del futbolístico. Sin embargo, surgieron algunas innovaciones que a la larga redundaron en una mejor puesta en escena sobre la gramilla del show dominguero.

Aparecieron por ejemplo, los números en las camisetas de los jugadores, lo cual facilitó su identificacion. Otro avance fue la incorporación de un nutrido plantel de árbitros británico, que dio un aire distinto en la tardes. Junto a ellos también arribaron entrenadores de las islas, que vinieron a poner orden y encausar el trabajo semanal en las instituciones.

Y aquí es a donde iremos, Estudiantes contrató los servicios de Mc Bain, en su doble función de preparador física y entrenador, un hombre que llego precedido de los mejores pergaminos y antecedentes.

Mc Bain es una de las figuras más curiosas de la historia del pincha. Ostenta el record de ser el jugador de mayor edad en jugar un partido oficial en el Mundo, cuando tenía 52 años y 4 meses, defendiendo los colores del New Brighton AFC, el 15 de marzo de 1947. Ese día, fue al arco. En realidad, él era el técnico, pero se le habían lesionado todos los arqueros y no tuvo la mejor idea que ponerse los cortos con la uno en la espalda. El partido fue oficial, de la tercera division del fútbol escocés.

Miren si es llamativa su historia que cuando estalló la primera guerra mundial se alisto a las fuerzas armadas como voluntario del cuerpo de submarinos. Superado aquel momento, retomó su carrera deportiva en el Ayr United hasta que en Noviembre de 1921 se incorporo al poderoso Manchester, que pago por su pase 4600 libras.

Las crónicas periodisticas de las islas lo señalan como un futbolista elegante, experto, "excepcional", completo y con un talento muy especial.
Pese a las dificultades lógicas del idioma, el escoces, impuso disciplina y responsabilidad en los players albirrojos con una dedicacion total, puesta de manifiesto en las practicas, charlas y sesiones de educacion física. Estableció novedosos esquemas tacticos para la época (4 defensores, y hasta 4 medios). Le dio mucha cuidado a su propia meta. Él lo dio en llamar "sistema".

De todas formas, su gestión no pasó de mediocre a nivel resultados ya que los números final indican que de 34 partidos dirigidos por Mc Bain, Estudiantes ganó 14 partidos, obtuvo 8 empates y perdió en los restantes 12 encuentros. El goleador de aquel ciclo fue Payo Pelegrina con 13 tantos.

Mas allá de todo resultado deportivo y de la subjetividad sobre el juego desarrollado, Mc Bain (murió en 1974) fue todo un pionero y su nombre forma parte de la historia pincharrata.

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El día que Platense humilló a Boca


El golpe fue estruendoso, de nocaut. El ruido se asemejó al de una bomba que explotó en el medio de la Bombonera. Platense le rompió la boca con cuatro humillantes cachetazos a un equipo sin alma que en el segundo tiempo no supo qué estaba haciendo en la cancha. Y Boca volvió a sufrir en carne propia el estigma de los equipos chicos que terminan complicándole la vida en su propio estadio.

Este Boca, al que algunos situaron en la pole position en la carrera hacia el campeonato, al contrario, se ubicó peligrosamente en el otro extremo. El de las dudas, la oscuridad, la desilusión. Aun equivocando el camino, en el primer tiempo asimiló el primer derechazo -un golazo del pibe Mauricio Hanuch, que junto a Fabián Cancelarich fueron las estellas más rutilantes del partido- pero levantó la guardia, siguió peleando y terminó encerrando a Platense en su área.

Cuando Boca puso a Calvo en lugar de Matellan para comenzar el segundo tiempo, parecía que a Platense se le venía la noche. Había que apostar al contragolpe como unica arma ya que el adelantamiento de Boca iba a ser dificil de aguantar.

Sin embargo, poco a poco Boca fue cayendo en su propia ineficiencia para beneficio calamar que casi a los 30 minutos aplicó su primer contragolpe, pelota cruzada a Alegre que tirando al arco encuentró Godoy para meter el segundo gol.

Insultos para Latorre, siempre cuestionado, para Caniggia por su tonta expulsion y para Veira, blanco de todas las críticas.

Cuando el Bambino puso a Islas en lugar de Castillo a los 27 minutos era lo que comunmente se dice matar o morir. Y Boca murió porque en 2 contragolpes furiosos calamares, el turco Hanuch a los 36 estampó el tercero y Sponton a los 45 cerró el 4 a 0 por arriba de la cabeza del arquero nada menos que en la bombonera que pasará a ser histórico grabándose a fuego en la cabeza de los jugadores y de los hinchas que estuvieron allí.

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